lunes, 29 de marzo de 2010

Deseo de luz

El otro día me estaba preguntando... cuál sería la cara verdadera en una situación de dos verdades que no parecen contradictorias.

En la mañana me venía leyendo un extracto de los principios de identidad filosófico y pensé en "todo es igual a sí mismo y no puede ser diferente si se mira desde un mismo punto de vista" . Y se me vinieron a la mente un montón de filosofías distintas.

Pero este no es el punto.

Sino que es éste...

"¿Hasta que punto la luz se puede distorsionar y convertir en oscuridad?"

Y no estoy hablando de un problema de física. Simplemente estoy hablando de hasta que punto algo puede ser tan bueno que se vuelva malo.

Normalmente, las tentaciones están asociadas a todo aquello que de plano es malo y/o produce placer: comida, bebida, sexo (normalmente...). Por poner un ejemplo, a mí me encanta leer. Pero esto no podría ser considerado malo a menos que me vuelva un Quijote (y en su mismo caso quizás no es malo, porque él podía ver un mundo más allá, con ideales y creencias propias de un momento en donde él no era partícipe, pero que al parecer entendía a cavalidad).

¿Qué cosas pueden ser consideradas buenas de primer plano?

La Bondad

La honestidad

La luz.

¡Que bah! La luz me deja ciego si me la quedo mirando, la bondad en exceso te deja en la ruina y la honestidad te hace un tonto. Bien saben que mi cita favorita es "sólo los niños y los tontos dicen siempre la verdad" (Twain) a lo que yo le agregaría... ¡Los ebrios! Pero el tema de la mentira y la verdad lo dejaré para otro día (bien digo... la verdad es relativa!! aunque para mí pocas cosas no lo son).

Cualquier cosa la puedo dar vuelta.

¿Deseo de luz? Que idiotez. Si ese concepto puede ser retorcido de tal modo que la luz se vuelva la oscuridad (y abandone así su principal principio filosófico, y por lo tanto se volviera contradictoria, lo que nos haría abordar en algo matemático. Así, podríamos afirmar que si un objeto puede dejar su condición de sí mismo, otros podrán hacerlo y el principio fundamental de identidad no se cumple), entonces...

¿Por qué no puedo aplicar lo mismo y dejar de lado mi identidad de ser humano?

jueves, 25 de marzo de 2010

Meds

Baby... I forget to take my meds...

martes, 16 de marzo de 2010

Renegación

Parece que a pesar de todo no me he dignado a entender que no siempre todo lo que deseamos ocurre o se obtiene.

Me da muchísima rabia el pensar que sea tan obstinado, que aún no pueda dejar de imaginarme la fragancia de tu cabello, que pueda oler esa inexistencia en el viento, que aún mis dedos recuerden el tacto de tu piel que nunca llegó a tocar...

Que pueda ver cómo me reflejo en tus ojos, escuchar tus palabras mudas dedicadas a mí, que mis ojos recorran las líneas que tus puños han escrito.

Calmar tus ansias, luchar con tus temores, pero ni siquiera he podido luchar contra los míos.

Dentro de mi psicología no está la palabra "no". Porque me niego de las cosas antes de que lleguen a lastimarme. De ese modo todo es más fácil: porque con la indiferencia nada es tan importante como el propio bienestar, nada va a importar más que mantener el temple frente a todo.

Quisiera realmente que cuando digo "no me importa" sea cierto.

Que cuando digo "no lo haré más" sea así.

Pero sigue importándome, sigo haciendo cosas que me lastiman y lo peor, es que sé que me lastiman pero el dolor es un justo castigo.

Así es y así será.

Ahora hay que emprender el largo camino al renegar.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Aciertos y desaciertos

¿Cómo podemos identificar cuáles de nuestra acciones son aciertos y otras desaciertos? Hoy no estoy aquí para hablarles de poesía, recitar versos poéticos ni elevar almas para que vean lo ciego a los ojos humanos, no. Hoy vengo tan sólo a hablar de aquello que parece convenir o no.
Todo depende, en mi opinión, a las circunstancias. Algo que parece beneficiarnos en cierto momento, al momento siguiente parece de lo peor. Hablo de la vida, hablo de la muerte. La muerte, que nos parece una dulce solución en un momento de recaídas, al siguiente (y a gran mayoría de ojos externos) es impensable, totalmente rehuíble. No se puede exponer la vida propia al peligro de la muerte. ¿Y cómo estamos constantemente exponiendo la muerte al peligro de la vida? Las cosas cambian desde esa perspectiva. Es lo mismo, y al mismo tiempo no lo es. ¿En qué circunstancia puede ser la decisión de la vida un desacierto en relación a la muerte? Es una cuestión para pensar de forma importante. O quizás parece buscado, recraneado y demases cosas.
Ahora, una cuestión técnica que creo que debe ser tocada. ¿A qué se llama "acierto"? ¿Y a qué "desacierto"? "Acertar: ¿haber escogido la mejor opción? ¿Y qué es lo mejor? ¿Aquello que nos beneficia? ¿Aquello que es de buena calidad? ¿Lo mejor es lo bueno? Hagamos un juego y rebatamos: diccionarios dicen que acierto es "hallar el medio apropiado para el logro de algo" ¿Y qué es lo apropiado? Lobuscas y no lo encuentras. ¿Será lo conveniente? ¿Lo "mejor", "bueno"? ¿Y qué vienen a ser estas palabras?
En fin, el punto es... ¿Cómo poder saber qué es lo que nos conviene y lo que no? ¿Quién puede juzgar más que uno mismo las condiciones de un acto como "apropiadas, convenientes"? A veces las cosas apropiadas no nos gustan, aunque deberían convenirnos. ¿Es un acierto siempre bueno?
Dejemos la condición de "acierto" como el mero medio para ese algo. Como la condición de ese medio en su resultado, es decir, de la calidad-resultado-respuesta del medio como puente para un algo que deseamos. Obviamente bajo esta condición, un acierto puede ser para un beneficio o un daño, propio o externo. Porque pensamos en la palabra en sí, neutral, sin una orientación en su esencia pura. Pensamos en "acierto" en su estado primitivo. "Hallar el medio apropiado para el logro de algo" apropiado como indicado, correcto. Como la "mejor respuesta". Como el mapa de mayor calidad que nos conduce de forma precisa al sitio que deseamos.
El desacierto, por el contrario, sería una respuesta equivocada para la obtención de algo. Y en la "esencia propia, neutra de la palabra", no vendría a tener un calificativa negativo, ¿no? Pero hay ciertos puntos que nos hacen tomar de manera inmediata estas palabars como negativas o positivas. Y aquí vuelvo al principio.
Dije "todo depende, en mi opinión, de las circunstancias" y todo en la vida es así. Hasta el uso de las palabras. Lo más probable es que lo anterior haya parecido una charla sin sentido, porque es en el fondo eso. Pero desde otra óptica no podría serlo. Y me ha llevado hasta acá. A decir mis últimas palabras. Desde un extremo las cosas parecen buenas. Desde otro malas. Las palabras pueden ser tomadas de cualquier forma, porque cada quien les da su propio valor. ¿Ha sido un acierto mi discurso o un desacierto en abrirles los ojos? Yo soy nadie para darles lecciones de vida pero mi calidad de nadie me otorga todo el poder del mundo para decir lo que quiera. Total que quien elige escuchar ha sido libre de hacerlo. Toma de mis palabras un valor que yo no les trasmito neutro.
Que este acertijo, a quien lo devele, le dé que pensar.