sábado, 15 de agosto de 2009

Nada...

Al final, todo se vuelve la reverenda basura que siempre ha sido... se ha estado escondiendo, pero eso no suaviza el aroma a podrido que emana producto de su putrefacción...
Así me siento, a eso se reduce mi existencia: a un cuerpo y un conjunto de pensamientos que me lleva a la putrefacción total, que me hace creer cada día que me importa una mierda seguir vivo...
Lo más triste es que no existe ningún medio para detener este proceso, porque es irreversible...
No siento que siga valiendo la pena nada...
Lo más idiota del asunto es que hay veces en donde logro encontrar cosas que me devuelvan las ganas de vivir, pero al poco tiempo todo vuelve a transformarse en lo mismo: no podemos pedir más de algo que ha estado de esa forma durante tanto tiempo...

0 comentarios: