Simplemente me quedan dos alternativas:
La primera es arriesgarme a demostrar la desdicha en mi rostro y aceptar la ayuda.
Y la segunda... es esconder mi tristeza en enormes y brillantes sonrisas y dejarme morir poco a poco.
Creo que escogeré la segunda
La primera es arriesgarme a demostrar la desdicha en mi rostro y aceptar la ayuda.
Y la segunda... es esconder mi tristeza en enormes y brillantes sonrisas y dejarme morir poco a poco.
Creo que escogeré la segunda
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